Quién no haya sacado aún la cocinera, pastelera, repostera que lleva dentro, todavía está a tiempo.
Ha pasado la Semana Santa y con ella, las torrijas y los buñuelos propios de estos días.
Pero quedan muchos bizcochos por hacer. Con yogurt, con pasas, de canela, de zanahoria, de naranja...
Para desayunar, con café con leche o chocolate, para merendar, con té o una infusión.
Los bizcochos de Juan están para chuparse los dedos.
Sus carrillos nos lo dicen.
Encantado de ponerse el delantal y que lo pillen con las manos en la masa.
Atrevido, " zancochero " y catador a partes iguales, siempre está preparado y dispuesto para esta tarea, como también siempre, se siente feliz y satisfecho con el resultado.
No me diréis que no dan ganas de darle un mordisco.
Aunque no sé si al bizcocho o a Juan...
Arrivederci !!!
Ciao! Te felicito por el bello blog que has creado! Y, sin poder eludir la tentación, confieso que espero una receta!! Saluti.
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