Recordáis cuando de niñas jugábamos al chocolate inglés?
Tengo esa misma sensación, pero en adulto y no en la calle de mi pueblo, o a la salida del cole, sino a nivel nacional. Territorialidad, le llaman ahora.
Nos poníamos en una línea de salida y consistía en ir avanzando al toque de la niña que como si estuviera castigada, iba dando órdenes de avance.
Todo el mundo quieto, de repente avanzadas, de repente, no. Y cuando te pillaba en movimiento, te castigaba y tenías que volver a tu posición de inicio.
Ganaba quien burlaba a la que ordenaba y le comía la posición.
Hablo en femenino, consciente del género.
Los chicos jugaban a otras cosas, esto les debía de resultar aburrido.
Esa es la sensación que tengo cada día.
Avanzar, sin que se note, para que no te castiguen y no sirva de nada.
Lo triste es que no conozco la distancia a recorrer, ni el coste del recorrido.
En este caso no sé si el fin es el definitivo o solo un paño caliente.
Lo único que ha cambiado es que ahora no tiene sexo, es para ambos géneros.
Y he de decir que como si fuera cosa de brujas, esta mañana unos niños jugaban a esto en la calle, las mismas caras congelads y la misma reacción cuando llegaban a la puerta, pared, o en este caso valla metálica.
Ha sido una sorpresa más, de las muchas que me guardaba el día de hoy.
Y todavía no ha terminado.
Arrivederci !!!
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