Después de dos meses y medio, el sabor a recuerdos es el mismo.
Hoy muy temprano, demasiado temprano, o quizás no tan demasiado, teniendo en cuenta las pocas horas que duermo.
Y además sola, todo un lujo.
Buen café, tranquilidad, agenda, sol y todo el día por delante.
Se puede pedir más?
Para los cafeteros como yo, no en todos los sitios encuentra una lo que busca.
A cualquier cosa lo llaman café.
Hace mucho que sé dónde tengo que acudir para tener un buen sabor de boca y no morir ni de ataque de lactosa, ni de infección por falta de recursos higiénicos.
Quizás lo único que en ocasiones tengo que pelear es la intimidad entre dos que se encuentran sin sorpresas, un buen café y yo misma.
Arrivederci !!!
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