La actitud nunca se pierde así que, ! Buenos días !.
Aunque lo primero que he sentido al levantarme ha sido, ! Qué miedo !.
Unos días de descanso, de no pensar en nada, de dejarme llevar por lo que más me ha gustado o lo que más me ha apetecido. De ir donde he querido y estar con quien mas me ha hecho falta.
Un placer cada mañana era desayunar en la calle.
Abierto hace poquito y con un encanto especial.
Doña Hipólita se llama.
El local encantador y la tranquilidad de primera hora asegurada.
El café exquisito, los bocaditos buenísimos, la atención magnífica.
Qué más se puede pedir.
Como no podía ser de otra forma, ! Qué miedo ! he dicho esta mañana y aquí esta la factura.
Me permitiréis que no diga nada más.
Solo yo sabré como corregirlo.
! Che la paura !.
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