Si pudiera, bien sabe Dios que lo haría.
Me pasaría el verano así.
Escondida, a la sombra, camuflada, mimetizada y observando al personal.
Y que conste que no me importa un
" pimiento " la vida de nadie.
Aunque los comportamientos de la gente, son muy variopintos y eso sí que me podría interesar, para aprender a vivir, más y mejor.
Pero no me refiero a este punto de oteo, sino a la mejor manera de sobrevivir a las temperaturas de este mes de julio.
Mi tensión no me lleva a ningún sitio.
Las constantes vitales son las justas.
Si sirve de medida, diré que no tengo ni apetito. Cosa muy rara, ya que soy de buen llantar.
Solo en las madrugadas estoy en mi medio.
A partir de medio día, ya no puedo conmigo.
Menos mal que tengo un duende que vela por mí, me vigila sin que yo me dé cuenta y aparece en el momento más necesario, haciendo de la realidad un cuento, en el que hace fresquito y hay sombra.
Arrivederci !!!
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