sábado, 11 de febrero de 2017

! Que llueva, que llueva, La Virgen de La Cueva ...!

Buongiorno !!!

          Esa era la canción que cantábamos en el recreo cuando llovía.
Me está pasando algo parecido, llevo toda la semana cantando la canción y esperando esas prometidas lluvias para poder ponerme mis fantásticas botas de agua.


Ya ha llegado ese momento.
Por fin. 
Hubiera sido capaz de ponérmelas incluso bajo un sol de justicia.
No podía esperar más.


Son rojas, como no podía ser de otra manera, nada de discretas y muy divertidas.
Recuerdo perfectamente unas amarillas que tuve de niña. ¡ Me encantaban !.

Son pues como las de los granjeros, los jardineros y los pescadores de toda la vida, pero de colores. 
Unas botas muy simpáticas.

Son noruegas, aunque eso es lo de menos, ya que no conozco una palabra de noruego. 
Y no pienso hablar con ellas ...

Cómodas, calentitas, impermeables, alegres, lo tienen todo.
Qué mas le puedes pedir a un fin de semana como éste.

Así que sin pensármelo dos veces, me pienso meter en todos los charcos que encuentre a mi paso.

          Arrivederci !!!

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