sábado, 3 de septiembre de 2016

Escocia está aquí al lado.

Felice di continuare ...

          Hoy me siento a escribir y lo hago con ilusión y ganas renovadas. Y no precisamente lo hago desde Escocia, que ya me gustaría.

Contra todo pronóstico térmico, hace un calor espantoso, pero ya vendrá el fresquito y entonces será perfecto para poder vestir con la gracia del " tartán ".
Los cuadros escoceses se cuelan en mi armario para darle, no solo color, sino calidez y juventud a esas prendas clásicas que tanto me gustan, pero que si he de ser sincera, cargan de años sin que te des cuenta, o al menos a mí esa sensación me da.

Los encuentro fáciles de combinar, discretos si hace falta, llamativos la mayoría de las veces y sobre todo rebeldes.
Me gustan para una blazer, para un abrigo, un bolso o algún pañuelo XL, pero donde más me gusta verlos y llevarlos es en la típica falda escocesa. Sí, la de toda la vida, la de las trabillas de cuero, la de los clanes de Escocia.
Es mi prenda preferida y afortunadamente será un buen invierno para este clásico.


Ya me la estoy imaginando con unos " Oxford " planos de charol, botas altas o bailarinas atadas al tobillo.

Como cuando era pequeña y llegaba el lunes y tocaba ir al cole. Solo que ahora me permitirá mas posibilidades, para trabajar, salir o estar ociosa.

Solo me falta una cosa, que nos abandonen estas altísimas temperaturas.
Porque lo demás ...

          ... ho messo.

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