Erase una vez un bosque encantado, encantado por muchas razones. La primera por ser el lugar donde se esconden las hadas y duermen bonitos sueños las princesas.
Me encantaría presentaros una ninfa de cuento.
Se llama Pilar. Es elegante, guapa y muy discreta, aunque no por ello, pasa desapercibida, todo lo contrario.
Me encantaría presentaros una ninfa de cuento.
Se llama Pilar. Es elegante, guapa y muy discreta, aunque no por ello, pasa desapercibida, todo lo contrario.
Tenia una fiesta y quería que luciera como solo ella lo sabe hacer, sin perder ni su esencia ni su impronta personal.
Eligió un color frío, el verde, un tejido de textura satinada, ligeramente brillante, que no solo se adaptaba perfectamente a su figura, sino también al color de su cabello, al tono de su piel y por supuesto a sus ojos, que dicho sea de paso son oscuros como la noche.
Eligió un color frío, el verde, un tejido de textura satinada, ligeramente brillante, que no solo se adaptaba perfectamente a su figura, sino también al color de su cabello, al tono de su piel y por supuesto a sus ojos, que dicho sea de paso son oscuros como la noche.
El corte en " V " del escote era perfecto, así como la largura hasta el tobillo del vestido, dejando al descubierto unas delicadas sandalias doradas.
Un atrevido fajín multicolor hecho a mano y la ausencia de joyas u otras fantasías, hicieron el resto. Un triunfo reconocido.
Fue sin lugar a dudas, " El Hada " del bosque, del cuento y por supuesto de su guapo " Príncipe ".
Y colorín colorado...
questa storia è finita.
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