El tiempo de las cerezas...
Cómo me gustó esa novela de Nativel Preciado. Hace tanto que la leí...
Una historia cargada de recuerdos,vivencias y miedos que ficticias o reales, te ponen los pies en el suelo y acabas agradeciendo vivir y ser feliz así como eres. No es que a mi me haga mucha falta, pero está bién saber reconocer nuestro presente.
También será justo aludir aquel álbum de 2006 de Enrique Bumbury. Un músico que aún no he aprendido a entender, pero que no por eso me deja indiferente.
Pero lo que más me gusta es precisamente que estamos en temporada de cerezas y que mejor que un cafecito en compañía de cualquier repostera doméstica. Fabulosas maestras del arte de convertir lo mas sencillo en un gusto para el paladar mas exquisito.
Y si encima la anfitriona es tu madre, entonces ya es la bomba...
La sobremesa fue un éxito, buen tiempo, buen entorno, buena compañía.
Que más se puede pedir.
Pues como dice mi hermana Carmen, lo importante no es saber hacer un postre, sino tener cerca a alguien que lo haga y te invite a tomarlo con ella.
" Arrivederci cara ".
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