Este fin de semana ha sido un espanto de calor. Las altas temperaturas han hecho estragos en mí, más si cabe que el propio fin de semana.
Si a eso le añado los últimos pases de Otoño - Invierno, el resultado es perder la tensión directamente y no saber hoy lunes, donde la habré puesto.
Viernes 21 horas, 37 grados en la calle y yo probándome chales, bolsos y bufandas de lana.
Una vez más me otorgo el título a mí misma, de " la mas arriesgada y temeraria " de casa.
La puesta en escena fue muy bien, un salón enorme, varios espejos de cuerpo entero, una temperatura muy agradable, bebidas frías y un " light dinner " bastante oportuno al terminar.
Flores grandes, estampados étnicos, cuadros escoceses.
Bolsos de lana anudada, con cadena. De pieles labradas. De tonos oxidados. Azul ultramaro, gris plomo, granas y olivas.
Una paleta cromática muy de mi agrado.
Cada vez me gusta más la próxima estación del año.
Pero guardadme el secreto.
¿ Vale ...?
También os diré una cosa, que todo tiene su gracia, aunque sea sin tensión, los días son mas largos, las noches invitan a no entrar en casa y pasarlas entre amigos. La vida es mas relajada, las prisas pasan a un segundo plano. Todo se vuelve relativo y hasta lo mas inmediato puede llegar a ser secundario.
Pronto llegarán las ansiadas vacaciones y recuperaré las constantes. Mientras tanto, aquí estoy, pensando ya en una nueva temporada.
Quizás sea lo más sensato, pensar en invierno para combatir el verano.
O quizás el verano me afecte mas aun de lo que ya sé.
No lo tengo nada claro.
Será el calor ?
